La quitina es un biopolímero sumamente abundante en la naturaleza pues forma parte
del exoesqueleto de los artrópodos (el grupo animal más diverso y abundante
del planeta, que incluye a los insectos, crustáceos y arácnidos). También
puede encontrarse en el tejido estructural de algunas especies de moluscos, hongos y microalgas.
La quitina fue aislada, identificada y nombrada gracias a investigaciones realizadas
por Bracconnot, Odier, Children y otros a principios del siglo XIX. El nombre quitina proviene
de la palabra en griego (χιτών, kithon) para túnica, cubierta o envoltura, y se
nombró así al ser identificado como un componente principal de los
caparazones de insectos. Y, efectivamente, la quitina es un compuesto cuya principal
función en la naturaleza es estructural. Esto es, forma parte esencial de tejidos
que dan soporte y protección al cuerpo del organismo.
La presencia de la quitina en la naturaleza se asume desde la aparición de los
artrópodos. Por ejemplo, se considera que los caparazones de los trilobites
(Cámbrico) contenían quitina. La muestra mas antigua de quitina con la
que se cuenta pertenece a un escorpión atrapado en ámbar del Oligoceno,
con una edad aproximada de 25 millones de años. Todo ese tiempo ha permitido que la
naturaleza pueda crear una amplia variedad de estructuras a base de quitina. Desde delicadas
membranas de la cutícula de algunas larvas, hasta materiales considerados entre
los más fuertes de origen biológico (caparazones, tenazas, dientes). También
se incluyen materiales que permiten funciones especializadas: ligeros y resistentes para formar
alas, o fuertes y elásticos como los que se necesitan para formar mecanismos que permiten
saltos impresionantes (pulgas o copépodos).
Desde el punto de vista químico la molécula de quitina es muy parecida a
la de celulosa. Ambas cumplen funciones similares en la naturaleza, la celulosa en
plantas y la quitina en animales y ambas están entre las moléculas de
origen biológico más abundantes del planeta. Se estima que la producción
natural de quitina es de 1350 millones de toneladas por año, aproximadamente.
La quitina es un polisacárido formado por unidades de N acetil glucosamina
unidas por enlaces glicosídicos. Su nombre formal sería polímero
lineal de 2-acetamido-2-deoxy-D-glucopiranosa unido por enlaces β(1-4).
Las características químicas y físicas distintivas de la quitina,
como la presencia de los grupos amida, el tamaño y relativa rigidez de las moléculas
son la base de sus propiedades funcionales. Entre las principales propiedades de
la quitina tenemos que no es soluble en agua ni en la gran mayoría de los
solventes comunes (de nuevo, parecido a la celulosa), es biodegradable, biocompatible,
absorbente y puede reaccionar en ciertas condiciones para formar compuestos derivados.
Mención especial merece la capacidad de la quitina de formar distintos tipos de
materiales por si misma o en combinación con otros compuestos, tal como funciona
en la naturaleza. Sin embargo, disponemos de muy pocas estructuras de quitina formadas
naturalmente que podamos usar directamente como lo hacemos con la madera o las fibras
de algodón por ejemplo y la dificultad que presenta disolver la quitina limita
su uso en muchas aplicaciones. La estrategia que se usa para poder disolverlo más
fácilmente es modificar sus características químicas. Esto puede hacerse
ya sea modificando su peso molecular, reduciendo el tamaño de la molécula hasta que
se favorezca la disolución o mediante la forma más común que es eliminando
la mayoría de los grupos acetilos (desacetilación) para obtener quitosano, que
se disuelve en soluciones acuosas ácidas.
El quitosano (también conocido como quitosana o quitosan) es el polímero lineal
formado predominantemente por unidades de glucosamina, que es forma desacetilada de la
N-acetil glucosamina, la unidad que forma la quitina. Por la forma en que comúnmente
se produce, el quitosano puede considerarse un derivado de la quitina. Desde otro punto de
vista puede considerarse a la quitina y al quitosano como una sola familia de moléculas
poliméricas formadas por unidades de N-acetil glucosamina y de glucosamina. Así se
llama quitina a las moléculas donde la N-acetilglucosamina es predominante y quitosano
cuando la glucosamina es mayoría. El grado de acetilación es un parámetro
que indica que proporción cada tipo de unidad hay en una muestra. Este parámetro
es sumamente importante pues está relacionado directamente con las propiedades del
quitosano como solubilidad, bioactividad, capacidad de adsorción, entre otras.
Tanto la quitina como el quitosano se encuentran en la naturaleza, pero la cantidad de quitina
es abrumadoramente mayor. Es por esto que prácticamente todo el quitosano se obtiene a
partir de quitina. En particular, se emplean los caparazones de camarones, cangrejos y langostas
descartados durante su proceso industrial como materia prima para obtener quitina y posteriormente
quitosano. A continuación se describen de forma general los procesos de obtención de
quitina y quitosano.
Como disolver quitina es complicado, y lo es aún más cuando está formando
parte de un tejido combinada con otros compuestos, su obtención se hace normalmente
mediante procesos de aislamiento. Esto es, se van eliminando componentes del tejido hasta
quedar solo con quitina. Hay una variedad considerable de procesos reportados pero en general
se tienen tres etapas: una primera etapa de acondicionamiento de la materia prima, seguida
de la remoción de proteínas o desproteinización, y la eliminación
de material inorgánico o desmineralización. Muchos procesos incluyen también
una etapa de decoloración del producto obtenido. Los procesos de obtención de
quitina pueden agruparse en dos tipos: los procesos químicos y los procesos
biotecnológicos. Los procesos químicos emplean reactivos para
la desmineralización y para la remoción de proteínas, típicamente
soluciones ácidas y alcalinas. Los procesos biotecnológicos emplean la acción
de enzimas o microorganismos para realizar el proceso de aislamiento de la quitina.
Los desechos de crustáceos (camarones, cangrejos, langostas, etc.) procesados
por la industria alimenticia son la principal materia prima para la obtención de quitina.
Se puede obtener quitina a partir de insectos pero su aislamiento resulta complicado
porque el tejido suele ser más complejo y las proteínas se encuentran esclerotizadas.
Se considera ideal que cualquiera que fuese la materia prima utilizada, ésta fuera
aprovechada de forma integral produciendo proteína, pigmentos e incluso sales minerales,
además de quitina.
La producción de quitosano a partir de quitina requiere de condiciones severas para que
se dé la reacción de desacetilación. Normalmente se utilizan soluciones
alcalinas concentradas a altas temperaturas (alrededor de los 100°C). Se sabe que
esta reacción se da en la naturaleza y varios organismos, principalmente hongos,
tienen enzimas desacetilasas; sin embargo, su uso en condiciones de laboratorio ha resultado
ineficiente, lo que ha impedido el desarrollo de métodos para la producción
enzimática de quitosano.
La quitina se modifica químicamente a fin de modificar sus propiedades,
sobretodo su solubilidad. De modo similar, se obtienen derivados de quitosano
que pueden disolverse en soluciones neutras o alcalinas, que mejoran su capacidad
de adsorción o su actividad biológica. Tanto la quitina como el quitosano
se hidrolizan hasta obtener cadenas muy cortas, oligómeros, o las unidades que
las forman, N-acetil glucosamina y glucosamina, que son de interés por su potencial
uso biomédico.
Las propiedades peculiares de la quitina y sobre todo del quitosano han despertado el
interés para su aplicación en campos muy diversos. Algunos ejemplos son:
Alimentos. Se emplea en la formación de empaques y recubrimientos comestibles con
funciones antibacterianas que aumentan la vida de anaquel de productos hortofrutícolas
y carnes. Se emplea como agente clarificante de vinos, jugos y bebidas. También es
notable su uso como nutracéutico (como fibra no digerible en formulaciones recomendadas para
reducción de peso).
Agrícola. Tanto quitina como quitosano son considerados fitoestimulantes y son empleados
en formulaciones contra diversas plagas, fertilizantes y como recubrimiento de semillas para
favorecer su germinación.
Textiles. Se usa quitosano como agente antibiótico y acondicionante en fibras y textiles.
Medicina y farmacología. Se emplea en la fabricación de suturas quirúrgicas y
apósitos. Distintos materiales a base de quitosano se usan como vehículos para la entrega
de fármacos.
Procesos químicos, bioquímicos y de ingeniería ambiental. Las propiedades
peculiares de la quitina y el quitosano los hacen atractivos para el desarrollo de procesos
de adsorción y remoción de pigmentos, metales, compuestos de interés o
contaminantes. Se han empleado también formando parte de estructuras de soporte para
la inmovilización de microorganismos y enzimas. Por volumen, su mayor uso está
en el tratamiento de aguas, como coagulante, y en la remediación de terrenos contaminados.
Otros usos potenciales. Actualmente existe un esfuerzo de investigación considerable tanto
en las áreas ya mencionadas como en otras muy diversas. Como ejemplo se puede mencionar
la investigación para la obtención de materiales compuestos con distintas funciones
(biodegradabilidad, respuesta a cambios ambientales, auto-reparación, biocompatibilidad, etc.)